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LA PREVENCIÓN EN EL HOGAR, UN DESAFÍO EN CUARENTENA

La cuarentena total que debe cumplir la ciudadanía plantea desafíos en el tema de la seguridad y prevención de accidentes domésticos. Si bien, siempre se pueden presentar emergencias, el estar más tiempo en casa y el mayor uso de los espacios comunes pueden generar situaciones impensadas, una “delgada línea” que es necesario considerar.

Para la jefa del Departamento de Prevención de Riesgos de la Dirección de Recursos Humanos de la Universidad Católica del Norte (UCN), Dayanne Ibáñez, lo principal es recuperar el sentido común dentro del espacio familiar, como también dialogar y facilitar el uso de los espacios en la vivienda y practicar herramientas simples de prevención, para así mantener los resguardos necesarios durante la cuarentena.

“Es importante tomar las cosas con tranquilidad, la salud mental y lo emocional es importante, es la mejor prevención. Cuidarse de ser obsesivos con algunas cosas, ya que en esta situación especial una casa con armonía es lo ideal, no tanta regla o recomendaciones”, apunta la profesional.

Agrega que es mejor manejar las situaciones complejas con sentido común. “Por ejemplo, si los niños arman en el living una carpa con frazadas, sábanas y palos de escobas, la mesa de centro que estaba en ese lugar se corre a un lado para no estar haciéndole el quite. En este tiempo es importante adaptar con seguridad”, señala la prevencionista.
 
HERRAMIENTAS

Asimismo, es necesario darse el tiempo para dialogar como familia, tener flexibilidad en el entorno donde se vive, conversar sobre lo que está pasando con respeto y empatía. 
Destaca que esta es una oportunidad para crecer en el uso de “herramientas preventivas”, que son muy aplicadas en los lugares de trabajo. Por ejemplo, si alguien derrama un líquido caliente, se debe informar lo ocurrido en voz alta a las personas que estén cerca o alrededor, y que se irá a buscar algo para limpiar. Al avisar se evita que pase alguien y se resbale. Lo mismo ocurre si se transporta agua caliente o algún elemento que pueda presentar un potencial riesgo.

Con respecto a elementos de resguardo, plantea que se deben mantener en un lugar visible y de fácil acceso implementos como alcohol gel, mascarillas y guantes, por si se presenta un evento en que se debe salir del hogar rápidamente.

“¡Qué pasa si hay un temblor! No se debe utilizar el ascensor y tengo que bajar afirmándome de la baranda o pasamanos, porque voy a ir deprisa, por lo que tendré que llevar el alcohol gel a mano”, advierte. 

En ese sentido, las recomendaciones generales son muy parecidas a las que se tienen en los lugares clásicos de trabajo. Como por ejemplo, mantener despejados los pasillos ante cualquier eventualidad, para que no hayan problemas de desplazamiento, despejar de juguetes el suelo y no dejar los zapatos tirados en cualquier parte es una práctica necesaria.

Otras sugerencias son mantener protectores de enchufes por lo niños menores, cuidar cuando se tiene en las manos o se transita con algo hirviendo, y poner atención dónde se guardan los cuchillos. En definitiva redoblar los esfuerzos por mantener un tipo de orden que evite correr riesgos.

Lo anterior, porque lo importante ahora es evitar accidentes que implicarían que se tendría que salir a un centro médico y con ello exponerse a un doble riesgo, que es infectarse con COVID-19. “Por lo tanto, el resguardo en el hogar, cumpliendo ciertas y sencillas recomendaciones, es una opción de prevención general”, manifestó Dayanne Ibáñez.

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